El árbol más cultivado del mundo, está en la mente de todos los españoles.
¿Quién no ha saboreado una rica manzana española?
Recuerdo que cuándo era pequeña, mi mayor satisfacción era subirme a un manzano y hartarme de manzanas, aunque después no comiera, el placer que produce la pulpa de la manzana en el paladar, desde la infancia, puede llegar a hacerse habitual a lo largo de la vida.
Los manzanos españoles, pueden cruzarse entre si con otras especies mediante el injerto, y en las tierras húmedas como son las del norte de España, es muy fácil cosecharlas.
Por otro lado, las manzanas aparte de ser aromáticas y muy útiles en la cocina, tanto para dulces como para compotas, es considerable la cantidad de vitaminas que nos aportan para la alimentación.
En España, concretamente en la zona del Bierzo, es una zona propia de la cosecha de la manzana.
En Asturias se recogen las manzanas en el mes de septiembre (recogida tardía), que se emplean para fabricar la famosa sidra asturiana, también se producen manzanas exquisitas en la zona castellana, y sin olvidarnos de una gran cantidad de manzanas que se cosechan fuera de España, se importan y a su vez se consumen en el país.
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