En la calle Caldera, proxima al Hotel Princesa Dacil- Los Cristianos, hay una pequeña plantación de olivos, en el jardin.
Estos olivos, es posible que fueran trasplantados de otras zonas, o incluso de la Peninsula, con su cepellón de raices y tierra, muy bien embaladas, como asi los vi en los viveros en Galicia.
Sus troncos, nos dicen, los muchos años que tienen, actualmente sirven como adorno en los jardines,.
Sus ricas olivas dieron el aceite puro de oliva, de consumo en la cocina española y también para la exportación, tan apreciado y tan caro fuera de España.
La vejez de los arboles es paralela a la vejez humana, nadie se libra de ella.
Durante la juventud y madurez, hay un rendimiento humano, y con los años se adquieren muchos conocimientos, pero la fuerza fisica se va.
Los árboles si nos paramos a contemplarlos, veremos que encierran muchos conocimiemtos, a lo largo de su vida.
Nacen o se plantan, crecen, empiezan a dar las primeras flores, los primeros frutos, la cosecha plena., durante varios años, y con el tiempo les viene la decadencia, y la cosecha se viene a menos, los años engordan al árbol, tambien los frios, los vendavales, el granizo, la nieve,el viento, va dejando su huella y el árbol se va envejeciendo poco a poco, es la ley de la vida, que es limitada, para cuaquier ser viviente.
Quizas mucha Filosofía junta alrededor de unos simples olivos que nos alegran la vista, y hablan por si solos.
Sin olvidar el ramito de olivo y laurel, en la procesión de la Iglesia Católica el Domingo de Ramos .
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