domingo, 14 de abril de 2013

Restauración de la Finca La Rosaleda (anteriormente Casa Teijeiro)


Ubicación de la finca, carretera N-VI  Madrid- La Coruña  (Baamonde-Begonte-Lugo)




En los años 80, tomé parte en la compra de la casa que anteriormente era conocida como Casa de Teijeiro, que era propiedad un Teniente Coronel y un médico, estas dos personas tenian sus desvanencias, a raíz de la compra por parte de uno y la venta por parte del otro, no llegando a la compra-venta definitiva por malos entendidos económicos.

Recuerdo que al uno le compre la primera planta y al otro le compre la planta baja y la tierra, haciendo los documentos de compra en dos despachos de abogados distintos y en la misma ciudad. La casa al tener piso de madera no era divisible, (no lo permitía la Ley.)
Pagandole al uno al contado y al otro en talones fraccionados durante 4 o 5 meses, una vez justificadas las compras, procedí a llevarlo a escritura pública, con sus justificantes correspondientes de pago.

La compra de esta casa generó cierto malestar en el pueblo, ya que estubo a la venta durante más de 2 años, dadas las actitudes de los 2 propietarios era muy difícil hacer la operación de compra, pero yo lo conseguí, primero en un despacho y después en el otro, como dije anteriormente.

Para poder proceder a la restauración de la casa y de la finca, tuve que documentarme en libros de arquitectura, "Arte de proyectar de Neufert" y otros de albañilería.

Primer punto, solicitar en obras públicas, carreteras -( Red del Estado) carreteras nacionales (N-VI).
La construcción de un muro de contención de tierras, debido a que la altura de la finca superaba a la altura de la carretera en varios metros y como en Galicia llueve mucho, las tierras invadían la tajea abierta de tierra y no me quería encontrar con un disgusto de invasión de la carretera.

El muro de contención requiere una construcción totalmente distinta a un muro de cierre.
Para solicitar dicho muro, en primer lugar me tuve que dirigir al vigilante de la carretera y exponerle mi razón, que a su vez se la hizo llegar al departamento de obras en carretera.

Una vez solicitado el muro de contención, siguiendo el consejo del vigilante y otras normas, con una caída de un 15% en dicho muro. Por ello se llama muro de contencion de tierras.

Su construcción se hace a base de hormigón y hierro, gravilla y piedras de varios tamaños, y muchísimo cemento. 
Para su construcción hay que hacer un encofrado de madera, con su correspondiente caída por un lado, con sus agujeros correspondientes con unos tubos interiores para la salida de aguas que acumulan las tierras, dentro de la finca dadas las alturas.

El hierro es macizo rugoso y va doblado en forma de "L", a pocos centímetros unas varillas de las otras, con la altura del encofrado y por si esto fuera poco, para la máxima seguridad también se le colocaron mallas de hierro todo a lo largo del muro enlazando las unas con las otras, y posteriormente proceder al relleno del hormigón en las condiciones antes expresadas.
A los 20 días se procedió a retirar el encofrado, y con una máquina rellenando ese hueco vacío que quedaba entre el muro y las tierras de la finca.

Nunca tuve la necesidad de construir un muro de contención de hormigón, pero aprendí la lección, con unos trabajos que me hicieron unos albañiles mediante administración.

Años después, este muro lo revistió un hijo de pizarra.

Al estar una tejea abierta por delante de la casa y a lo largo de la finca, hubo que construir la canalización de aguas mediante tubos de 40 cm, (anteriormente se entraba a la casa mediante un par de chantos), dos pizarras grandes juntas.


Se canalizó el agua a lo largo de la cera, en tejea cerrada y en tejea abierta, según se observa en las fotografías. Se reconstruyó un trozo de muro pegado a la casa, que estaba derruido por otro nuevo.

Para efectuar la entrada a la finca, hubo que hacer entrada (rampla de entrada) ya que antes carecía de ella, encontrandome que el cable telefónico subterraneo (coexional) iba a medio metro de profundidad dentro de la finca, teniendo que solicitar a Telefónica, que lo bajara a más profundidad, para poder hacerlo tuvieron que abrir una amplia tejea a lo largo de la finca de más de 5 mts. de profundidad para así bajar dicho cable.

Para construír las entradas, los dos muros de piedra, recuerdo que tube que ir a las canteras de Mariz, en varias ocasiones, con el querido amigo y fallecido Pedro Gómez y en su camión, cargado de piedras, compradas en la cantera a Valeriano, transportarlas hasta la finca (piedras de cachote), y las piedras de la parte superior (piedras denominadas de albardilla).

Dichas piedras tanto las de albardilla como las escaleras que dan al patio interior, dónde esta el depósito subterráneo (fosa séptica), fueron trabajadas por 3 canteros de Penas das Rodas (Gaioso), que pertenece al Ayto. de Outeiro de Rey.

Estas 3 personas profesionales de la piedra, (canteros), también me contruyeron una cocina francesa con 4 o 5 piedras, que se distribuían de la siguiente manera, piedra de fondo (lareira), dos piedras de costado anchas, cada una con su abertura, en dónde se colocaba una piedra transversal que hacía de dintel, y que las unía a ambas.

En el interior se instaló una paila o depósito de tubos unidos entre sí que almacenaban el agua que se calentaba mediante el fuego, que a su vez se remitía a los radiadores de la casa y generaba una temperatura ambiente muy agradable.

El muro de contención, les dió sus quebraderos de cabeza en Obras Públicas, el público no sabía interpretar que era un muro de contención de tierras y no de cierre....

En el interior de la casa, había una pieza grande de piedra, vaciada por dentro y con un agujero en el extremo, que antiguamente en las casas de aldea se empleaba para salar las carnes de la matanza de los cerdos.
Mandé a levantarla y la coloqué en el exterior, debajo de  una tubería y un grifo de agua, dando un servicio a la finca, en el amplío patio.   

Sin olvidar que la galeria era de madera de tea pero la juventud y los tiempos modernos optaron por cambiarla por otros materiales.
La restauración de las fachadas y dejar parte de las fachadas con las pizarras al descubierto, requirió emplear una gran cantidad de un producto especial para la pizarra con el fin de que no se oxidara (barniz especial para protección de la pizarra).

Actualmente esta propiedad es de mi hijo mayor que sus padres en los años 90 se la pasamos por donación ante Notario.

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