Los fundadores de las marcas se dieron cuenta muy pronto de que su
sello, su logotipo, era tan importante como sus propios coches. La
mayoría de los símbolos provienen de los comienzos de cada firma y
algunos tienen un origen más romántico de lo que cabe esperar. ¿Quieres
descubrir los más llamativos? Sigue leyendo...
A lo largo de los años, han sido el origen de muchas disputas
legales. Lucirlos era el orgullo de quienes, en aquellos años de
principios y mediados del siglo pasado, podían presumir del privilegio
de tener un automóvil. Todavía hoy, algunos de ellos constituyen el
material con el que se construyen los sueños de muchos. Los fundadores
de las marcas se dieron cuenta muy pronto de que su sello, su logotipo,
era tan importante como sus propios coches. Hasta el punto de que una
vez, cuando alguien preguntó a Henry Ford qué se llevaría a una isla desierta, respondió sin dudarlo: “Sólo me llevaría el logo de mi marca”.
Cada uno de los símbolos de los fabricantes tiene un origen distinto,
que hunde sus raíces en la historia personal de quienes dieron un
impulso fundamental a la industria del automóvil. Por eso, los que
amamos los coches, también podemos lucir con orgullo el pequeño pedazo
de historia que llevamos sobre la calandra. Incluso aunque este no sea
un impetuoso caballo o el arma de un antiguo dios.
Alfa Romeo
Alfa significa Anonima Lombarda Fabbrica Automobili.
Desde 1910, ha llevado en su logo los símbolos de la ciudad de Milán:
la cruz roja sobre fondo blanco y la serpiente devorando una figura
humana, -el hijo de un sarraceno-, emblema a su vez de la familia Visconti y herencia de la época de las cruzadas. En 1915, la compañía fue adquirida por Nicola Romeo y este incluyó su apellido en el escudo.
Fangio forjó su leyenda en un Alfa
Aston Martin
El nombre de la marca proviene del apellido de uno de sus dos fundadores, el joven Lionel Martin. Incluyeron también el de la primera competición que ganaron: la subida a la colina Aston,
en 1915. En 1928, decidieron embutir la marca en un par de alas para
dar fuerza al logo, que no apareció sobre ningún modelo hasta el mítico Mark II de 1934 y, desde entonces, apenas ha cambiado.
Robert Bamford y Lionel Martin
Audi
Audi es la traducción latina de Horch (¡escucha!), apellido de su fundador, a quien arrebataron la compañía original. En 1932, August Horch logró que su nueva empresa se fundiera con la Horch, DKW y Wanderer para convertirse en la Auto Union hasta que, en 1969, con la incorporación de NSU, pasó a llamarse Audi AG. Los cuatro anillos representan a cada una de las cuatro casas matriz de la marca.
Audi en la Lieja-Roma-Lieja de 1939
BMW
La Bayerische Motoren Werke (fábrica de motores de Baviera) BMW,
fue fundada en 1913 para construir motores de aviación. El logotipo de
la marca simboliza una hélice en movimiento con el azul del cielo de
fondo, a su vez representa los colores de la bandera bávara. Al
finalizar la primera guerra iniciaron la fabricación de motocicletas y,
en 1929, lanzaron su primer coche, el BMW 3/15.
El primer coche producido por BMW
Cadillac
La
marca de coches americana más aristocrática también tiene un logo
supuestamente noble. Nombre y escudo fueron adoptados del explorador y
militar francés, Antoine Lamuet, autoproclamado “de la Mothe y Señor de Cadillac”, después de fundar Detroit en 1701. También se inventó un blasón, que ha sido desde siempre el logo de la marca, aunque con sucesivas simplificaciones.
Primer prototipo Cadillac, en 1903
Citroën
André Citroën comenzó en la industria creando engranajes y más tarde, cuando durante la Primera Guerra Mundial pasó a fabricar autobuses, empezó a soñar con construir también coches. Como inventor orgulloso, responsable de la primera cadena de montaje de Europa, Citroën eligió una de sus patentes, los engranajes helicoidales, para dibujar el famoso “chevron” que adorna sus coches.
André Citroën, en una de sus plantas
Ferrari
El conde Francesco Baracca fue el Barón Rojo italiano durante la Primera Guerra Mundial, en la que la familia Ferrari sufrió la pérdida de varios miembros. En su avión llevaba pintado el emblema de los Baracca: un caballo negro levantado sobre sus patas traseras con la crin al viento. En 1923, Enzo
ganó una carrera en el circuito de Savio, en Ravenna. Entonces, la
condesa Baracca le pidió que llevara el emblema de su hijo durante la
guerra. Al parecer, el caballo le había dado suerte, ya que en una
ocasión en que fue derribado logró salir ileso. Los deportivos Ferrari no aparecieron hasta 1947, pero en 1929 ya se podía ver sobre los coches del equipo el famoso cavallino, al que Enzo decidió cambiar el fondo a amarillo, el color oficial de la ciudad de Modena, donde había nacido y decidió fundar su compañía. Por cierto, las siglas “S F” significan Scuderia Ferrari.
Baracca, junto a su avión
Jaguar
La firma fue fundada en 1922 por dos locos de las motocicletas, Bill Lyons y William Walmsley.
Al principio, se dedicaban a la fabricación de sidecars y carrocerías
especiales. Sin embargo, el nombre de su empresa no era el actual, sino Swallow Sidecars, por lo que el nombre comercial que utilizaron desde 1934 era SS Cars.
De hecho, construyeron alguno de los deportivos míticos de antes de la
Segunda Guerra Mundial, como el SS 100 de 1934, año en que Walmsley
se desvinculó de la empresa. Debido a las connotaciones negativas de
las que ese nombre se cargó durante la Segunda Guerra Mundial, después
de la contienda decidieron cambiar su nombre por el de Jaguar, que ya
habían utilizado en varios coches de exposición y de carreras antes de
la contienda. William Lyons, verdadero artífice del
éxito de la marca durante los años 50, pensaba que esta figura
transmitiría la gracilidad, elegancia y fuerza de este felino a sus
coches.
El tipo de las letras del logo original se parecía al de las SS alemanas
Lamborghini
Ferruccio Lamborghini era
un joven ingeniero que se hizo rico después de la Segunda Guerra
Mundial comprando vehículos al ejército para transformarlos en
tractores. Una disputa telefónica con Enzo Ferrari acerca del 250 GT llevó a Ferruccio a querer superar a Ferrari en su propio terreno. En 1963, el primer “Lambo” ya llevaba el toro de la marca, que hace referencia al horóscopo de su fundador.
El primer “Lambo” fue el 350 GTV
Maserati
La compañía fue fundada en 1914 por los hermanos Alfieri, Ettore, Ernesto y Bindo Maserati. Se dedicaron a la preparación de motores, pero en 1926 comenzaron a construir coches y cosecharon un gran éxito. El tridente, un arma de la antigüedad, era la herramienta de Neptuno y representaba toda su fuerza y poder.
Los Maserati eligieron el tridente como símbolo por una preciosa fuente de Neptuno cerca de la que vivían en Bolonia
Mazda
La palabra Mazda es una mezcla del nombre del fundador de la marca, Jyujiro Matsuda, (“tsu” en japonés se pronuncia “Z”) y el dios asirio Mazda.
El logo de la marca ha cambiado mucho. El último, que representa dos
alas extendidas, data del año 1997. Casualidad o no, hace 3.500 años, el
símbolo de Mazda -el dios único de la religión asiria, o zoroastrismo-
también fueron dos alas extendidas.
El primer coche con motor rotativo
Mercedes
Mercedes era la hija de Emil Jelinek, unido tarde a la firma. Paul y Adolf Daimler,
hijos de uno de los fundadores, quisieron dejar su impronta familiar.
Recordaron que su padre había pintado una estrella de tres puntas sobre
su casa en una postal. En ella, decía que la estrella, símbolo de su
ambición por crear un motor que impulsara por tierra, mar y aire,
brillaría algún día sobre su factoría.
Mercedes Jelinek, a los diez años
Peugeot
La familia Peugeot
representa a la aristocracia industrial francesa. Fundada en 1810,
desde 1850 la empresa utiliza el león como símbolo, que también es el
escudo de la región de Franche-Comté, de donde procedían los Peugeot.
El diseño original, obra del joyero Justin Blazer, ha cambiado mucho.
El que puede verse en Belfort (Franche-Comté) es de Bartholdi, el
escultor de la estatua de la Libertad.
El mítico Peugeot Lion de 1909
Porsche
El emblema de la marca, fundada por el ingeniero Ferdinand y su hijo Ferry Porsche
en 1948, es la mezcla de dos escudos y ha permanecido intacto desde su
primer modelo de producción, el Type 356/1. Los escudos superpuestos son
el de la ciudad de Stuttgart, un caballo muy similar al de Ferrari, y el de la región de Baden Württemberg, formado por franjas rojas y negras y astas de ciervo.
Ferri Porsche jugaba así en 1921
Renault
La marca fue creada en 1898 como la Societé Renault Frères por Louis, Marcel y Fernand Renault.
En 1923, comenzaron a adoptar figuras geométricas como logo, que en
1925 se convirtió en un rombo aunque sin sus clásicas tramas, que no
aparecieron hasta 1972. Fue obra de la firma inglesa Wolf Olins y su forma se debe, simplemente, a que era la que más abarataba los costes de su producción.
Los primeros modelos de Renault
Rolls Royce
Eleanor Velasco fue durante décadas la secretaria y la amante secreta de Walter Eduard, Lord Montague. Este, a su vez, era el editor de la revista The Car. Cuando, en 1910, encargó a su amigo, el escultor Charles S. Sykes, la creación de un adorno para su Rolls-Royce Silver Ghost, este no dudó en usar a la encantadora Eleanor como modelo.
El resultado fue una obra a la que llamó “El susurro” y que, en 1911,
los dueños de Rolls-Royce, amigos de Walter Eduard, eligieron para
adornar sus radiadores, ya con el nombre de “Espíritu del extasis”.
Desde entonces, cada uno se hace de manera totalmente artesanal,
rompiéndose los moldes al concluir el trabajo, por lo que no hay dos que
sean exactamente iguales.
Eleanor Velasco Thornton
Rover
¿Qué hace un barco vikingo en el logotipo
de un fabricante inglés de coches? La marca, fundada en 1922, ha llevado
desde sus comienzos el símbolo de los que fueran los mayores enemigos
de quienes vivían en Gran Bretaña. La razón es la
heroicidad y fuerza de quienes, hace ya mil años, surcaban el océano
Atlántico con sus barcos ligeros. El emblema es la proa y la vela
extendida de uno de ellos.
El primer Rover, el 8HP de 1904
Fotos: Fabricante, Age Fotostock, Auto Bild España
Información adquirida en Auto Bild España
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