Desapareció hace 75 años, cuando trataba de ser la primera aviadora que daba la vuelta al mundo. Se llamaba Amelia Earhart
y se convirtió en una leyenda jaleada por las multitudes. El rastro de
la piloto se perdió el 2 de julio de 1937 en el Pacífico. Nunca se halló
su cuerpo, ni los restos de su avión. A comienzos de este mes, tres
cuartos de siglo después, ha zarpado una expedición desde Honolulu
(Hawai) con la intención de aclarar el misterio: busca el aeroplano de
la pionera estadounidense, un bimotor Lockheed Electra, y quizás
encuentre nuevas pistas más allá de las ya conocidas -como algún frasco de cosméticos de los años 30-.
El lugar de destino es un islote llamado Nikumaroro, en Kiribati.
Quizá ahora logren demostrar su tesis de que Earhart murió como los
náufragos que arriban a un atolón agreste y deshabitado, por
agotamiento. Así podría haber fallecido una mujer que, por si no
regresaba, dejó escrito a su marido: "Que sepas que soy consciente de
los riesgos. Quiero hacerlo porque sí. Una mujer debe intentar hacer
cosas que los hombres han intentado. Cuando fracasan, su fracaso debe
ser un desafío para otras".
Earhart y su ayudante de navegación iniciaron su último viaje el 1 de
junio de 1937, cuando despegaron de Miami para dar la vuelta al mundo.
La aviadora quería ser la primera mujer en hacerlo por aire y eligió la
vuelta más larga, la ruta ecuatorial. El día 29 tomaron tierra en Nueva
Guinea. Ya solo les quedaba algo más de una quinta parte del viaje. En
la siguiente etapa se perdió el rastro después de que comunicaran por
radio: "El combustible empieza a bajar". Además, el cielo estaba
cubierto lo que dificultaba la visibilidad. "Corremos de norte a sur",
fue el último mensaje interceptado por el navío estadounidesne Itasca, que les esperaba en la isla Howland, a 640 kilómetros de Nikumaroro.
11-07-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario